La historia de CareWay está íntimamente ligada a la historia personal del Jordi Simon Gelabert, el cual padeció un accidente de tráfico y desde entonces forma parte de la comunidad de las personas con movilidad reducida. Es a partir de aquí, cuando Jordi tiene que acudir a las ortopedias para obtener su prótesis de la pierna izquierda y no queda satisfecho con el trato que estas les dispensan.

Este es el principal motivo que le incentiva a iniciar sus estudios como ortopeda en la Escola Ramón y Cajal de Barcelona. A la finalización de estos, en 2008, trabaja en diferentes ortopedias hasta que abre la suya propia, en el año 2017 y en la ciudad de Sabadell.

La ortopedia que regenta Jordi, aparte de comercializar los productos para las personas con diversidad funcional, como es lo habitual, presta este mismo servicio en el domicilio de la persona que lo necesita, a lo que hay que sumar que también les presta el de asistencia técnica, en definitiva, un servicio de ortopedia y asistencia mecánica personalizado y en el hogar de sus pacientes (como a él les gusta llamarlos).

Jordi, no con esto se quedó satisfecho y decide ir un paso más allá, y en junio de 2018 inicia la comercialización de una marca propia, con la idea que las personas que son usuarias (consumidoras) de los productos de apoyo para la movilidad no tengan que desembolsar una cantidad económica desorbitada por la adquisición de estos. Es aquí donde entra en escena la otra persona que forma parte de CareWay, Juan García Díaz, el cual en aquel entonces presidía una entidad que tenía como objetivo la inclusión en la sociedad de las personas con diversidad funcional y pico a la puerta del Jordi en busca de un producto que pudiera ofrecer en el servicio de Turismo y Ocio Adaptado que iba a empezar a prestar dicha entidad en las Terres de l’Ebre.

A Juan, hace aproximadamente una década le sobrevino una disCapacidad severa a consecuencia de una patología degenerativa y desde entonces pasó a formar parte del exclusivo club de personas que utiliza una silla de ruedas para sus desplazamientos cotidianos. No hace falta recalcar que a partir de este punto su vida cambió radicalmente y al entrar a formar parte de este exclusivo club de personas sus zapatos ya no eran tan económicos como lo podían llegar a ser en la etapa anterior de su vida y como le pasó a Jordi ¡Con la iglesia habían topado!. En estos dos casos específicos, más bien fueron a topar con las ortopedias y como no ¡Con las farmacias!, ya que estas no las debemos dejar en el olvido.

Pero para Juan, todo lo expuesto con anterioridad no era lo más grave. Para él la gravedad reside en la pérdida de “la condición humana” que adquirió junto con la disCapacidad. Pues, a partir de aquí tuvo que dejar de hacer cosas tan cotidianas como comprar en las tiendas que habitualmente lo hacía, de visitar a sus familiares y sus amistades en casa de estos, y otras tantas cosas que no vamos a enumerar, ya que el listado sería muy largo a causa de la falta de accesibilidad universal en los edificios, calles, objetos, servicios, etc. En resumidas cuentas, se da de bruces con una realidad que no es otra que la discriminación de la sociedad entorno a la comunidad de personas con diversidad funcional. Así, que decide tomar cartas en el asunto y vuelca todas sus energías en el activismo en pro de los derechos de las personas con diversidad funcional.

A todo esto, Jordi y Juan crean sinergias reconduciendo la entidad que preside este último y decidiendo incluir a CareWay como el producto solidario de la ALLA (Associació pel LLeure Adaptat) para poder alcanzar los objetivos que se habían propuesto por separado, esta vez conjuntamente.